¿Qué es lo primero que te viene a la mente cuando piensas en comida reciclada? En la campaña que ha lanzado Alimentos de España, Andoni Luis Aduriz dice que la belleza de un producto no es importante, sino que lo que importa de verdad es su sabor. El movimiento de los alimentos reciclados da cabida a frutas y verduras deformes, blandas o magulladas, tallos y hojas comestibles, pulpas sobrantes de zumos... porque como decíamos lo importante es su sabor no su aspecto.

Aparte de las latas, los plásticos y el papel habituales, el reciclaje puede ir mucho más allá de los típicos materiales de envasado. Puedes llevar tu reciclaje un paso más allá reciclando alimentos para ayudar a combatir el cambio climático y reducir el desperdicio alimentario. Los alimentos reciclados utilizan ingredientes que de otro modo no habrían llegado al consumo humano, se adquieren y producen utilizando cadenas de suministro verificables y tienen un impacto positivo en el medio ambiente trata de una iniciativa increíblemente importante, ya que un asombroso 6% de todas las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero proceden de la pérdida y el desperdicio de alimentos, en su mayor parte por los propios consumidores.

Aquí tienes cinco maneras de unirte al reciclado de alimentos y, de paso, ayudar a salvar el planeta.

Compra bienes de consumo que integren el upcycling en sus productos

Puedes ayudar a mejorar los sistemas alimentarios actuales comprando de forma consciente y apoyando a las empresas que incorporan el upcycling en lo que venden. Hay diferentes opciones, y cada día aparecen nuevos productos dirigidos a consumidores con ideas afines. En la actualidad muchas de las start-ups que se lanzan en el mundo de la alimentación están especializadas en food upcyling donde convierten los excedentes de frutas y verduras de cooperativas y empresas hortofrutícolas en ingredientes alimenticios en polvo para las industrias alimentarias. Otras que crean patatas fritas a partir de la pulpa sobrante del zumo de verduras y otras tantas que elaboran cerveza a partir del pan no vendido rescatado para sustituir una cuarta parte de la cebada malteada de cada cerveza. Así todos salimos ganando.

Reutiliza los alimentos que sueles tirar

Probablemente no le des importancia a la acción de tirar la cáscara de un plátano una vez que has terminado de comerlo. Sin embargo, ¿sabías que puedes convertirla en otro plato delicioso y saludable? Podemos dar las gracias a TikTok por este truco creativo y reciclable que transforma las cáscaras de plátano sobrantes en un bocadillo vegano imitando al beicon. Y, en términos más prácticos, puedes convertir los restos de zanahorias o remolachas en un delicioso pesto para acompañar verduras asadas y convertirlas en una guarnición sin desperdicio. También puedes convertir las pipas de calabaza sobrantes en una deliciosa mantequilla para untar si las trituras en un robot de cocina o una batidora. Y no te olvides de utilizar las cáscaras de los cítricos para hacer un sencillo limpiador casero. 

Compra alimentos reciclados

Existen empresas que luchan contra el desperdicio de alimentos encontrando un hogar para las frutas y verduras imperfectas o 'feas' que los agricultores no pueden vender a las fruterías, supermercados, …. Normalmente, las tiendas de comestibles optan por los productos sin imperfecciones que se supone que tienen el mejor atractivo físico para los consumidores. Esta tendencia contribuye a que aproximadamente 72.000 millones de kilos de alimentos en perfecto estado -procedentes de todos los puntos del ciclo de producción alimentaria- acaben cada año en vertederos e incineradoras.

Volver a cultivar alimentos utilizando sus restos

Cultivar alimentos a partir de los restos de comida no sólo ayuda a reducir el desperdicio de alimentos, sino que también ayuda a reducir los gastos mensuales en alimentación. Piensa en una verdura y seguro que puedes cultivarla a partir de restos, semillas o brotes: las hierbas, el apio, la lechuga, la col, las patatas y los puerros son excelentes opciones.

El upcycling apoya la economía circular. Una economía circular que pretende eliminar los residuos mediante un uso continuo de los recursos.

Ni que decir tiene que todos estos alimentos deben ir envasados, por coherencia, en envases que no dañen el medio ambiente cómo por ejemplo, nuestras tarrinas monodosis que tienen los siguientes certificados.

ECOSENSE:

El certificado Ecosense aplica a todos nuestros formatos de tarrina monodosis, avalando que en el proceso de fabricación de sus envases se ha utilizado plástico reciclado y además, en el proceso se tienen en cuenta también el retorno de los materiales sobrantes.

RETRAY:

Certificado concedido por Applus+ a Capricho Andaluz con +99% de recuperación y reciclaje de los residuos generados en su actividad en el proceso de almazara y envasado